Sonreír por las pequeñas cosas te ayuda a ser feliz.

17 octubre, 2013 . Una cucharada inesperada.

Me emociono con los pequeños detalles y eso me hace sonreír y disfrutar de la vida.

Mi pequeño holandés lleva luchando toda la vida sin dejar de sonreír y cada día que pasa le repito varias veces que estoy orgulloso de él. Todos los días hay algo nuevo que me emociona y que hace que quiera gritar al viento lo orgulloso que me siento de esa personita tan GRANDE. Una simple sonrisa de mi hijo hace que me alegre el día, pero no sólo las cosas grandes me hacen sonreír. Siempre estoy dispuesto a emocionarme y que cualquier detalle sin importancia me arranque una sonrisa y me de momentos de felicidad.

Este post no lo tenía previsto y la idea me llegó de repente ayer por la mañana. Sin embargo, por la tarde estuve apunto de abandonarla porque pasé por un momento de bajón bastante fuerte. Por suerte, Luis me ha vuelto a dar motivos para animarme a sonreír de nuevo.

Luis, además de su lesión cerebral, tiene un grave problema digestivo y desde los dos meses de vida vomita en casi todas las comidas. Llevamos casi tres años con esperanza de que su problema se solucione y después de cinco operaciones sin resultado no nos quedaba más opción que aferrarnos a cualquier cosa para seguir teniendo esperanza y ánimos para sonreír.

Tras casi tres años de lucha, seis meses en lista de espera, cinco horas de quirófano y seis días de hospital, ayer nos dieron el alta y con ella volvíamos a casa cargados de ilusión pensando en que por fin era la definitiva. Era difícil pensar eso después de otras cinco operaciones, pero por el mismo precio preferíamos sonreír y pensar de modo positivo. En este momento pensé en escribir este post y tenía muy claro como tenía que ser la presentación:

“Este post tiene un motivo totalmente contrario al primero que publiqué. En mi primer post indicaba que lo escribí en un día muy triste porque así me veía obligado a pensar de forma positiva y quería plasmar ese cambio de actitud. Sin embargo, por fortuna, este post lo escribo con una sonrisa, ya que hoy es un día muy feliz porque tras muchos meses de lucha, Luis parece que dejará de tener problemas digestivos. Por fin vemos la luz al final del túnel y mi pequeño holandés dejará de sufrir en cada comida. Además, viendo su evolución es posible que con el tiempo deje de comer por sonda y podamos alimentarle por la boca. Hoy, pese a que nos parecía imposible, hemos probado a ponerle una cuchara en la boca con un resultado inesperado: ¡Ha llegado a comer hasta cuatro cucharadas de puré! Es un día grande en la vida de Luis y en la de toda la familia y un motivo muy bonito para escribir este post.”

Sin embargo, pocas horas nos duró la alegría, ya que poco después de la merienda Luis empezó de nuevo con nauseas con el agravante de que ahora no podía vomitar. La operación que le hicieron era para evitar que tuviese reflujo y esto hace que le sea imposible vomitar. Sin embargo, al tener nauseas y no conseguir devolver lo que le molestaba, su malestar duró mucho más de lo normal dejándole totalmente agotado.

En ese momento se me puso todo muy cuesta arriba y veía imposible aferrarme a algo que me hiciese pensar en positivo. Hasta ahora, es Luis con su sonrisa quien nos da fuerzas a mi mujer y a mí para ver la vida de forma positiva. Sin embargo, al verle sufriendo y quedarse tan apagado no encontraba ningún apoyo para poder remontar el río sin hundirme. Mi balsa había volcado y no encontraba ningún chaleco salvavidas.

Como comentaba al principio, siempre estoy dispuesto a que cualquier detalle sin importancia me sirva como excusa para arrancarme una sonrisa. Me considero una persona que se ilusiona muy fácilmente y encuentra miles de cosas por las que sonreír y ver el día con actitud positiva. El caso más reciente que puedo destacar es este: el día después de la operación, mientras Luis estaba en la UCI a la espera de que le diesen el alta para llevarlo a la habitación, fuimos a hacer unas compras de pijamas para él y sus hermanos. Para ir más rápidos y no perder tiempo, mi mujer bajó del coche y entró al centro comercial mientras yo buscaba un sitio para aparcar. Al bajar del coche se me acercó una persona mayor preguntándome por una calle. La zona en la que estábamos no la conozco bien y desconocía la dirección que me preguntaba este señor, pero en lugar de cruzarme de brazos decidí buscarla en mi móvil. Localicé fácilmente la dirección y le mostré el mapa en la pantalla para que se ubicase mejor. Seguro que se sintió agradecido por mi ayuda y yo me sentí feliz por haber ayudado a esa persona hasta el punto de que lo primero que hice al ver a mi mujer fue contárselo con una sonrisa. Era algo sin importancia, un detalle que podría pasar desapercibido, pero me parecía algo bonito y quería compartir la sensación de bienestar que tenía para contagiarle mi sonrisa.

Sin embargo, anoche no conseguía encontrar ese detalle que me hiciese sonreír. Al estar tan dispuesto a encontrar cosas que me animen, todavía me pareció más grave la situación que viví ayer en la que no podía aferrarme a nada para animarme.

Por suerte, una pareja la forman dos personas y cuando una de ellas se hunde la otra saca fuerzas de donde no existen para poder sacarla a flote. Desde aquí aprovecho a dar las gracias a mi mujer porque ayer fue el chaleco salvavidas que me rescató del fondo del río.

Habíamos conseguido llegar a la orilla sanos y salvos, pero nuestras ropas estaban mojadas y tuvimos que pasar una larga noche a la intemperie, sin ropas de abrigo, sin una hoguera para calentarnos y sin un techo donde cobijarnos. Pero todos los días sale el sol y a estas alturas, si leíste mi primer post, sabrás quien es nuestro sol.

Luis nos ha despertado esta mañana y en cuanto nos ha dedicado su primera sonrisa hemos recuperado la fuerza necesaria para volver a tener la esperanza de que todo saldrá bien. En ese momento hemos empezado a pensar que lo que sucedió ayer podría haber sido simplemente algo puntual y que esta vez la operación no tenía por qué fallar. Anoche, por mucho que me repetía estas palabras y hacía lo imposible por creérmelas, no conseguía que la preocupación desapareciese. Pilar me ayudó a que el dolor pasase a ser preocupación, pero ni ella ni yo conseguimos convertir la preocupación en su parte positiva: esperanza. Con una sonrisa Luis ha sido capaz de lograr ese cambio sin ningún esfuerzo. Hoy hemos sido capaces de sonreír de nuevo gracias a él.

Pero los nervios estaban ahí, muy presentes mientras preparábamos la sonda y la jeringuilla para alimentarle. La parte positiva es que estaban acompañados de una esperanza que hacía posible que esos preparativos los hiciésemos con una tímida sonrisa en la boca. Me aferro a las cosas positivas e intento no pensar en las negativas a no ser que tenga que hacerlo para solucionarlas, pero no negaré que, pese a esto, hay veces en que es muy difícil hacerlo. Llegaba el momento crucial y, del mismo modo que hicimos ayer, hemos decidido acercar la cuchara a su boca para ver su reacción. Al ver que no la apartaba con ascos, como ha hecho durante casi toda su vida, si no que la abría para atreverse a probar lo que le dábamos, nos hemos aferrado con fuerza a la idea de que lo de ayer tenía que ser algo puntual. Simplemente ha probado una cucharada, pero lo que le hemos dado por sonda no le ha sentado mal, al igual que ha sucedido a media mañana. Sin embargo, lo mejor ha sido la sorpresa que nos ha regalado en la comida. Le hemos preparado puré y, cucharada a cucharada, ha sido capaz de comerse la mitad de su ración. ¿Cómo es posible que tras más de un año sin comer nada por la boca y con una fobia enorme a la comida, estando todavía recuperándose de una operación de estómago, sea capaz de comer y tragar por la boca? Y no sólo eso, si no que es capaz de hacerlo sin dejar de sonreír entre cucharada y cucharada. Es un campeón, al igual que todos los niños, sean italianos u holandeses, y todos deberíamos tomar ejemplo de cómo son capaces de superar los problemas. Seguiremos con nervios por si alguna de las próximas comidas le sienta mal, pero no vamos a perder el tiempo pensando en esas preocupaciones. De momento nos centraremos en disfrutar cada una de las comidas que le vayan sentando bien y lloraremos de emoción con cada cucharada que sea capaz de tragar. Llegará el día en que no serán cucharadas inesperadas, si no que se habrá convertido en algo normal en su día a día. Hasta entonces, en lugar de temer a que eso pueda acabarse disfrutaremos de que todavía está presente.

Todo el problema de Luis con las comidas ha sido muy difícil de llevar, pero gracias a buscar pequeñas cosas que nos ilusionen hemos tenido fuerza para intentar sonreír la mayor parte del tiempo. Además, tanto Pilar como yo siempre buscamos la parte positiva de todo y hemos llegado a ver una parte positiva en el problema digestivo de Luis: durante los primeros meses de vida de mi hijo fue cuando más difícil se hizo sobreponernos al hecho de que tuviese una lesión cerebral. Gracias a su problema con las comidas nos llegamos a centrar tanto en solucionar esta situación que nos hizo tener su lesión en un segundo plano e ir asumiéndola poco a poco. Siempre hay un lado positivo, pero tienes que tener ánimos para buscarlo.

Hace unos días publiqué en Twitter un tuit en el que decía: “un pequeño con el corazón gigante que pese a sus problemas no para de sonreír es mi ejemplo a seguir: mi hijo de 3 años”. Me reafirmo en lo dicho y me siento orgulloso de poder repetir aquí que mi hijo Luis, que tiene tres años y una lesión cerebral, es mi referente y la persona que tengo como ejemplo en la vida. Mi padre siempre ha sido el ejemplo a seguir para ser mejor persona y desde que nació Luis, mi peque se ha convertido en el ejemplo a seguir para no dejar de sonreír y ser feliz. Muchas gracias a los dos porque teniéndoos como referencia me hacéis la vida más bonita.

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Una respuesta a «Sonreír por las pequeñas cosas te ayuda a ser feliz.»

  1. Hola.

    Este post estaba en el blog anterior y los comentarios que se muestran a continuación son una copia de los que en su día publicaron los lectores:

    33 COMENTARIOS

    1.
    salva:
    17 octubre, 2013 en 10:50
    Luis, leyendo tu post afrontas el día a día bajo otro prisma. No te puedes imaginar el bien que nos hace. Enhorabuena, una vez mas.
    Responder
    o
    Luis Serra:
    17 octubre, 2013 en 10:56
    Hola Salva. No puedo imaginarme el bien que os hace, pero me anima mucho cuando recibo un comentario en el que me agradecéis que os haya sacado una sonrisa. Vosotros sois los que no os imagináis lo bien que me viene compartir mis sentimientos y recibir comentarios tan positivos. Un fuerte abrazo!
    Responder

    2.
    Iris:
    17 octubre, 2013 en 13:53
    Luis enhorabona, un gran escrit per segona vegada, i que ta de dir del solet de casa? Pues que com ja vaig dir en twiter el simple fet de vorel obrir la boca em fa plorar d’emocio. Es molt graan i no em cansare mai de diro. Es un campio!
    Responder
    o
    Luis Serra:
    17 octubre, 2013 en 15:27
    Muchas gracias Iris. La verdad es que cada vez que abre la boca para comer es un momento mágico. Así tenemos que ver la vida, no lamentándonos por lo sufrido, si no disfrutando por lo conseguido. Es nuestro pequeño gigante
    Responder

    3.
    Pilar:
    17 octubre, 2013 en 14:02
    Hola Luis, no tengo palabras para poder decirte lo que siento, quizás te lo puedas imaginar si te digo que al empezar a leer se me han llenado los ojos de lagrimas de gran tristeza pero al finalizar tenia esas mismas lagrimas pero de emoción, al ver que ésta vez él ha superado esa fobia a la comida.
    Luis es fuerte además de GENIAL, pero sobre todo y sin que él se lo pueda imaginar es el pilar de motivación y superación de algunos de los miembros de ésta familia que hemos tenido la gran suerte de que Luis forme parte de ella, Muchos besos para todos
    Responder
    o
    Luis Serra:
    17 octubre, 2013 en 15:37
    Hola Pili, lo que te ha pasado a ti al leer este post resume muy bien quien es Luis: es la personita que llegó llenando los ojos de la familia con lágrimas de tristeza pero que con su sonrisa y fortaleza nos ha ganado a todos y ahora nos llena de alegría. Como tu dices, es una suerte tenerlo cerca para tomarlo como pilar de motivación. Un beso
    Responder

    4.
    Olga:
    17 octubre, 2013 en 14:40
    Para mi sois los tres un ejemplo a seguir… Un abrazo y no cambieis!
    Responder
    o
    Luis Serra:
    17 octubre, 2013 en 15:42
    Muchas gracias Olga. Que bonito. Siempre he sido positivo pero me encanta saber que lo que más temía en la vida me ha hecho ser más positivo todavía. Un abrazo y gracias por vuestro apoyo continuo.
    Responder

    5.
    Vicente Pérez:
    17 octubre, 2013 en 14:57
    Este blog es de locos, los lees entre lagrimas y acabas con una sonrisa, que por lo menos en mi caso, me dura varios días.
    Yo pienso lo mismo que Salva, a mi me es tremendamente útil para sonreir todos los días. Como bien sabes, por naturaleza soy bastante negativo, llevo años esforzándome para ser positivo, incluso me he inventado métodos que me hagan recordar lo importante de empezar el día con una sonrisa, ya sabes, mi método de ponerme los calcetines de colores (incluso cuando uno lleva traje y corbata). Pues desde que leí el primer post, no me acuerdo de los calcetines y simplemente me acuerdo del “dichoso Blog de Luis” y mientras me lavo los dientes y me miro al espejo pienso: “arriba ese animo capullo, que hoy va a ser UN DÍA COJONUDO”.
    Otra vez más gracias por intentar escribir para la que la gente se sienta más feliz.
    Un abrazo muy fuerte
    Responder
    o
    Luis Serra:
    17 octubre, 2013 en 15:49
    Que alguien que no es demasiado positivo te diga que el recuerdo del blog le es útil para sonreír todos los días no tiene precio. Me encanta el inicio de tu comentario y que este blog te provoque lágrimas y sonrisas porque así es la vida. Cuando tengas momentos de lágrimas recuerda lo que tu mismo has dicho y piensa que en cuanto se sequen llegarán las sonrisas. Un abrazote!
    Responder

    6.
    Petri:
    17 octubre, 2013 en 15:02
    Holanda es un país con gran cantidad de agua, por eso al pasear por sus caminos nuestros pies a veces se nos hunden, pero siempre hay alguien que nos ayuda y podemos seguir adelante. Bueno la palabra no es lo mío, sigue escribiendo tú,te lo agradeceré, me ayudas mucho.
    Gracias, por estar ahí, por compartirlo con nosotros. Un beso.
    Responder
    o
    Luis Serra:
    17 octubre, 2013 en 15:55
    Hola Petri. Me gusta mucho tu comentario y puedo decir que eres una de las personas que siempre ha estado a nuestro lado por si se nos hundían los pies. Es bueno saber que compartiendo estos sentimientos os ayudamos porque del mismo modo nos ayuda a nosotros. Un beso
    Responder

    7.
    Mar:
    17 octubre, 2013 en 22:38
    Luis y Pilar,
    me alegro tantísimo de la evolución de la operación de Luis!!. Después de lo que habéis pasado debe ser tan emocionante verle comer con cuchara y con una sonrisa.
    Muchas felicidades y besos para los cinco!!!.
    Responder
    o
    Luis Serra:
    17 octubre, 2013 en 23:30
    Muchas gracias Mar. Emociona hasta el punto de que en cada comida tenemos espectadores. Siempre hay alguien de la familia observando con emoción como abre la boca
    De momento vamos poco a poco y no queremos forzarle, pero en cada comida conseguimos que tome alguna cucharada. Un beso.
    Responder

    8.
    Pilar:
    17 octubre, 2013 en 22:58
    Hola Luis, este blog ya es como una inyección de felicidad, sois un ejemplo de familia. La verdad es que Luis con 3 añitos es un ejemplo a seguir por esa fuerza que tiene para haceros sonreír. Un abrazo
    Responder
    o
    Luis Serra:
    17 octubre, 2013 en 23:39
    Hola Pilar. Que bonitas palabras. Pensar que este blog puede ser una inyección de felicidad es algo muy grande. Quien hace feliz es feliz por lo que espero poder, por lo menos, alegrar o motivar a parte de los que lo lean. Luis ha conseguido con su fortaleza ser la admiración de todos aquellos que lo conocen y su sonrisa se contagia haciendo feliz al que tenga la suerte de disfrutarla.
    Responder

    9.
    carmen serra:
    18 octubre, 2013 en 1:43
    Cuando me has dicho esta mañana lo agradecido e incluso emocionado que estabas con los comentarios que te ha ido dejando la gente en el blog, he pensado en escribirte yo también uno, pero qué le dices a tu hermano con el que hablas todos los días y que sabe de sobra que todo lo que escribe te va a gustar…. De repente me he dado cuenta de que hablamos diariamente pero ¿nos decimos las cosas importantes? pues la verdad es que no, pensamos que no hace falta decirle a un hermano que lo quieres porque se sobreentiende, pero no debería ser así, así que aprovechando tu blog te voy a decir unas cuantas cosas que seguro que ya sabes pero que te gustará leer.
    En primer lugar decirte que te quiero, que te admiro y que para mí SIEMPRE has sido un ejemplo a seguir. Me encanta cómo te tomas la vida y tu acitud ante la adversidad.
    En segundo lugar me gustaría contarte que cuando llegasteis a Holanda, no estabais solos, nos llevasteis con vosotros. También para mí fue muy duro, derramé muchas lágrimas no sólo por Luis, pues a mí se me partía el corazón cuando pensaba en ti y en Pilar; pero con el paso del tiempo, vuestra actitud siempre tan positiva y sobretodo con la sonrisa de Luis y la carita que me pone cuando me ve, ha conseguido que lo adore, y que haya aprendido tantas cosas de Holanda que ahora no podría vivir sin ella.
    Por último, darte la enhorabuena por el blog y por la valentía que tienes al publicarlo.
    ¡Un beso muy fuerte!
    Responder
    o
    Luis Serra:
    18 octubre, 2013 en 10:03
    Te quiero un montón y tu también lo sabes, pero es cierto que lo damos por sentado y no nos lo decimos. Me alegro mucho de que hayas escrito para decirme unas cosas que, aunque ya sabía, me ha encantado leer. He leído tu comentario muchas veces y todavía lo leeré muchas más, pero he tenido que parar porque me voy a quedar seco. La primera vez que lo he leído me he emocionado mucho, pero cada vez que vuelvo a leerlo todavía me emociono más. Sabes que soy un llorón, igual como tu, y que nos emocionamos fácilmente, pero eso me encanta porque me hace disfrutar más a fondo de la vida y saborear los momentos bonitos más inténsamente. Y este momento lo guardaré siempre como uno de los más bonitos y volveré a leerlo miles de veces para seguir emocionándome cada una de ellas.
    Se que cuando fuimos a Holanda no viajamos solos, por eso se me hizo tan doloroso. No sólo cargaba con mi dolor y con el de Pi, si no también con el vuestro. Cada vez que teníamos una nueva prueba con un mal resultado pensaba antes en como os afectaría que en mi propio dolor. Todavía no habíamos salido de la consulta y ya estaba intentando buscar algo positivo que me motivase, pero me hundía al pensar en el dolor que os provocaría a vosotros.
    Por suerte Luis nos ha ayudado a todos a disfrutar de Holanda de una forma que nunca hubiésemos pensado y hace que sólo mirarle nos llene de alegría. Como tu dices, ahora no podríamos vivir sin este viaje.
    Pero, ¿sabes que es lo mejor de tu comentario? El final. No me refiero a la última línea, si no al final real, el que todavía no ha llegado pero que te puedo adelantar: en cuanto nos veamos nos fundiremos en un abrazo y nos empaparemos de lágrimas. Lágrimas de alegría, de emoción, de liberación por la tensión sufrida, de sentimientos expresados, de dolor pasado, de esperanza, de admiración y de amor de hermanos. Simplemente te quiero.
    Responder

    10.
    Lara:
    18 octubre, 2013 en 15:51
    Hola Luis, altra vegada ens has emocionat!!! Eixe CAMPIÓ de Luis pot en tot tinguent uns pares com vosaltres. Esteu domant-mos unes llisons d’humanitat impresionants. Vos estimem. Besets.
    Responder
    o
    Luis Serra:
    18 octubre, 2013 en 16:52
    Hola Lara, me alegra saber que he podido transmitiros nuestros sentimientos y que te hayas emocionado. Luis es un campeón, pero somos nosotros los que podemos con todo por tener un hijo com él. Mosatros també vos estimen molt Besets
    Responder

    11.
    Tomás González:
    18 octubre, 2013 en 16:17
    Lo único que sé es lo que leo, y por lo que veo, tenéis unos valores en la vida difíciles de calificar y de encontrar en el resto de personas. Sois grandes por ello.
    Una vez más, enhorabuena por ello.
    Un saludo.
    Responder
    o
    Luis Serra:
    18 octubre, 2013 en 16:57
    Muchas gracias Tomás. No hacemos más que lo que haría cualquier padre en nuestra situación, aunque intentamos poner la mejor cara posible y hacerlo siempre con actitud positiva. Un abrazo.
    Responder

    Tomás González:
    20 octubre, 2013 en 15:34
    En ese pequeño detalle está “lo grande”
    Responder

    12.
    Julia:
    19 octubre, 2013 en 15:45
    Hola Luis. ¡Si vieras el club de fans que tiene el pequeño Luis en casa!; mr hubiera encantado que hubieseis visto la cara de Clara y Julia al ver a Luis con la cuchara!, y eso no es todo, cada cierto tiempo Clara pregunta:”ha publicado algo mas Luis?”, y ella ya asegura que de mayor quiere ser maestra de niños con necesidades especiales, eso no es casualidad…sin duda es un lujo ser vuestros amigos. Adelante!!
    Responder
    o
    Luis Serra:
    19 octubre, 2013 en 17:46
    Es genial que Clara pregunte si hay algo nuevo en el blog! Cómo motiva!
    Me hubiese encantado haber visto sus caras al ver a Luis, pero por cómo lo cuentas, me lo puedo imaginar. Qué bonito que tenga esos pensamientos en cuanto a su profesión. Todavía le quedan muchos años por delante y probablemente cambiará varias veces respecto a lo que quiere ser de mayor, pero es de admirar que piense eso con la edad que tiene. Para nosotros también es un lujo vuestra amistad y me alegro de que últimamente, pese a la distancia, nos hayamos juntado más. Espero que nos veamos pronto. Un beso para todos.
    Responder

    13.
    Cristobal Escudero:
    19 octubre, 2013 en 18:46
    Todos los dias aprendemos algo. Con una sonrisa, Luis ha conseguido devolveros la esperanza. Este gesto debe de ser un punto de inflexion para manteneros unidos y seguir.
    Su actitud ante la adversidad os esta ayudando a ver lo que verdaderamente es importante en la vida.
    Pilar, Luis mucho animo, seguro que las cosas mejoraran.
    Responder
    o
    Luis Serra:
    19 octubre, 2013 en 21:22
    Muchas gracias Cristóbal. Tenemos mucho que aprender y por suerte tenemos al mejor maestro. Todos los días nos da una nueva lección de superación. Un abrazo.
    Responder

    14.
    Ana:
    19 octubre, 2013 en 19:55
    Luis,solo conozco a Pilar y a Luis el prota de este precioso blog , y no me veo con el derecho de pedirte un favor personal. No dejes de escribir.
    GRACIAS. NOS HACES TANTO BIEN…..
    Responder
    o
    Luis Serra:
    19 octubre, 2013 en 21:36
    Ana… qué puedo decir ante esas palabras. Este blog lo empecé por dos motivos igual de importantes: por la necesidad de expresar nuestros sentimientos y por intentar ayudar a ver la vida de forma positiva a aquellos que lo lean. Pidiéndome que no deje de escribir no me pides un favor, me das la alegría que yo intento dar con mis palabras. Tus palabras me llenan de emoción y me siento totalmente realizado. Muchas gracias. Siempre hay una sonrisa esperando si quieres encontrarla y en estos momentos la mía es gracias a ti
    Responder

    15.
    salome:
    25 octubre, 2013 en 7:14
    Somos tantos los que queremos escribir y no encontramos palabras.
    Que alegría de veros a todos felices y sobre todo a Luis que es un amor.
    Animo a los que me han dicho que quieren escribir porque al final no cuesta tanto y hace mucho bien aunque lo hagas con lagrimas en los ojos. Rosana anímate, Kike anímate …….
    Buenos días a todos.
    Responder
    o
    Luis Serra:
    25 octubre, 2013 en 11:58
    Hola teta. Muchas gracias por escribir y animar a que lo hagan. Tienes razón al decir que hace mucho bien porque cada comentario lo vemos como una muestra de apoyo, una dosis de ánimos que nos hace ilusionarnos. Siempre buscamos cosas a la que aferrarnos para sonreír y cada vez que vemos un comentario nuevo ya tenemos el motivo perfecto para hacerlo. Un beso y feliz viernes
    Responder

    16.
    Ana:
    26 octubre, 2013 en 17:27
    Hola Luis me cuesta mucho expresar mis emociones no soy de las personas que me gusta elogiar a otras . Soy mas bien algo rara,seca o como lo quieras decir . Pero en tu bloc das un mensage de lucha continúa y de esperanza a mucha gente, y quería que lo supieras. Quiero decirte que Luis tiene unos padres diez,que en constancia y perseverancia todo se consigue y no dudes que vosotros lo conseguiréis. Enhorabuena por la familia que tienes y un beso para LUIS,PABLO Y VICTOR.”
    Responder
    o
    Luis Serra:
    26 octubre, 2013 en 18:45
    Hola Ana. No se cual será tu idea de una persona rara o seca, pero desde luego es todo lo contrario a lo que nos has transmitido en tu comentario. Agradezco que nos hayas dedicado unos minutos no sólo en leer el blog, si no en expresar tus sentimientos en él. Si te cuesta expresar tus emociones todavía tiene más mérito que lo hayas hecho. Además, seguro que después de hacerlo te has sentido bien, verdad? Muchas gracias por los ánimos. Luis, Pablo y Víctor ya tienen tu beso

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